21 may 2009

TAV=Capitalismo=Explotación.

El capitalismo es un sistema frágil. Cada cierto tiempo este necesita reestructurarse para adaptarse a las nuevas condiciones que el mismo ha creado. Por eso se dice que sus crisis son cíclicas. Éstas no son un hecho provocado por “una mala gestión” del sistema, sino que, dichas crisis no son más que reestructuraciones que necesita hacer para seguir vivo. Claro está, estas crisis no las pagan quienes las provocan, sino que por el contrario, siempre son los mismos los que sufren las consecuencias, el proletariado, los explotados…
Hay que destacar, que el sistema no es anónimo, sino que tiene nombres y apellidos. Todos estos hechos tienen unos responsables directos y unos responsables indirectos. Los directos, la clase empresarial, la patronal y los políticos a su servicio. Los indirectos, todos aquellos que se limitan a criticar las formas y no el contenido, es decir, aquellos que tan sólo cuestionan el “cómo se han hecho las cosas” y no el “para qué estas cosas”.
El TAV es el icono del modelo social, económico y de desarrollo que nos han impuesto. Porque el TAV significa, entre otras cosas, afianzar aún más el actual sistema basado en producción-consumición-producción-consumición, etc. Mover las cosas más rápido para producir más rápido y consumir más rápido, vivir más rápido, etc. El capitalismo necesita de unas fuertes redes de comunicación, ya sean ferroviarias, viales o telemáticas, y el TAV viene a suplir una de ellas, pero tan sólo por un tiempo, ya que, una premisa básica del capitalismo es ir aumentando los beneficios, abaratar los costes y acortar los tiempos, por lo que, lo que ahora nos venden como algo absolutamente necesario para vertebrar una economía sólida y estable, dentro de un tiempo habrá quedado obsoleto y necesitarán proyectar más infraestructuras para seguir estando a la altura.
Cuando criticamos al TAV, no nos podemos quedar tan sólo aquí. Hay que ver más allá y desenmascarar todo el entramado. Porque, el TAV, es fruto de un determinado sistema y un determinado modelo, el sistema capitalista y su desarrollismo. El TAV tan sólo es una parte (importante) de lo que denominamos desarrollismo, y entendemos este como las formas que tiene el sistema para seguir creciendo y fortaleciéndose. Como hemos dicho, el desarrollismo es una pieza básica del capitalismo, entonces, el TAV es una infraestructura por y para el capitalismo, ese mismo capitalismo que nos explota y que nos desecha cuando lo considera necesario (actualmente en crisis). Por lo tanto, luchar contra el TAV, es luchar contar el capitalismo, y a su vez, es luchar por la dignidad del proletariado, o lo que viene a ser lo mismo, luchar contra el TAV es luchar contra la explotación y viceversa.
Otra parte importante, es la de cómo se lucha contra ésta máquina. No podemos quedarnos anclados en las formas tradicionales de lucha, ya que el capital ha sabido recuperar éstas formas. Apostamos por la organización directa del proletariado, mediante asambleas, donde todo el mundo pueda decidir en iguales condiciones, donde la forma de organización sea totalmente horizontal y donde tan sólo nosotros seamos los responsables de nuestras decisiones, sin delegar a nada ni a nadie. Sólo nosotros tenemos las llaves de nuestras cadenas.
Apostamos por un cambio real del sistema, no queremos mejorarlo, ni dirigirlo, queremos destruir el capitalismo, porque sólo así podremos construir otras formas de organización social.
POR UNA HUELGA SALVAJE Y DEFINITIVA
AutoorganizazioA eta borrokA!!

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