El primero de mayo, el Día de Trabajo, un grupo organizado de jóvenes se unió cerca de la sala de conciertos Oktyabrskiy con el fin de participar en una manifestación festiva. Los participantes habían preparado una marcha disfrazados de piratas del siglo XVI. El fin de ese acto era expresarse sobre la libre distribución de información.
Los manifestantes se juntaron cerca del coche que fue decorado como un barco pirata y se adelantaron hacia el cruce de la Avenida Nevskiy y la calle Zhukovskiy para ocupar su lugar en la columna común. En ese momento OMON (policía de intervención rápida, equivalente a GEO o UEI en España) les atacó y sin explicación alguna, en forma violenta, acompañando sus acciones con palabrotas y palizas, llevó a toda la columna hacia los buses preparados de antemano. A las preguntas de por qué habían detenido a los activistas, los policías respondían con una nueva porción de palabrotas, palizas o simplemente guardaban silencio.
En la comisaría empezaron a levantar actas, acusando a los detenidos de acciones de gamberrismo ("grosería") y de cruzar la calle en un lugar no apropiado. Al levantar las actas, a todos los detenidos les han exigido ilegalmente dejar las huellas digitales, y a los que lo rechazaban les amenazaban con "tener problemas".
Cuando a una de las comisarías llegaron los defensores de derechos preguntando por qué los guardianes de "orden" violaban los derechos de los detenidos, les contestaron que era la orden del Departamento General. Los empleados de la comisaría se portaban muy frescos con los defensores de derechos: les decían groserías, les amenazaban y no les dejaban verse con los detenidos.
En las comisarías a los detenidos los tuvieron más de 5 horas (y según la ley rusa sólo pueden estar 3 horas como máximo, porque lo que les habían incriminado a los activistas son infracciones de leyes administrativas y no crímenes, que es cuando al detenido se le puede tener en la comisaría 48 horas).
No les devolvían sus pasaportes. En otra comisaría los policías le pegaron a uno de los detenidos.
Esta detención que tuvo lugar el primero de mayo nos muestra cómo, en un acto absolutamente legal y pacífista, nuestras autoridades ven "extremistas" hasta en los niños disfrazados haciendo pompas de jabón. Para "defenderse" de los enemigos míticos las autoridades emplean todos los remedios sin despreciar la violación cruel de los derechos humanos.
Revisado por La Haine
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